Es
muy posible que el nombre de Odoacro
no te suene, y no es de extrañar.
Yo lo descubrí mientras hacia un curso de SEO para principiantes en IEBS
cuando
nos hicieron realizar un ejercicio de poscicionemiento de una entrada blog.
Pero
cuando empecé a saber de él hubo cosas que me sorprendieron.
Odoacro
fue un bárbaro (procedente de uno de los conocidos como pueblos ostrogodos)
que llegó a ser el primer rey de Italia (476-493) después de deponer al último
emperador de Roma de Occidente, Rómulo Augusto. Hay que decir que este
título no tenía la misma categoría de emperador, sino que era más bien una
especie de virrey dependiente del emperador de Roma de Oriente.
La llegada de Odoacro
a este puesto no es rápida ni sencilla: todo empieza en el año 475 cuando
Oretses (jefe de la guardia imperial), de regreso a Italia de sus campañas
contra los visigodos, se sublevó contra el emperador Julio Nepote y puso a su
propio hijo Rómulo Augusto en el trono del imperio de Occidente.
Pasados
tres meses, una coalición de tres pueblos ostrogodos
(hérulos, esciros y torcilingios), mercenarios
bárbaros que habían ayudado a Orestes a llegar al poder, exigió una tercera
parte de las tierras de Italia para establecerse como espacio federado, cosa a
la que Orestes se negó. Es entonces cuando estas tribus se rebelan bajo el
mando de Odoacro capturando y ejecutando a Orestes y obligando a abdicar a Rómulo Augusto
y exiliarse en la región
de Campania, obteniendo, ahora sí, las tierras deseadas por las tres tribus germánicas.
Odoacro
permaneció en el trono
hasta el 490 cuando después de tres grandes batallas fue derrotado por el godo
Teodorico el grande rey de los ostrogodos, uno de
los gobernantes más poderosos de su tiempo. En su momento de mayor apogeo,
gobernó sobre las penínsulas ibérica e itálica, la Galia mediterránea y las
provincias del Danubio, llegando a ser considerado un heredero de los
emperadores romanos.
Esta, sin duda, fue la causa
mayor de la caída del imperio romano.
Aunque el imperio oriental se mantuvo durante mil años más, ya no era el
Imperio que había sido.
Este episodio de la
historia tiene algunos aspectos que podemos relacionar con el marketing
moderno
si analizamos los motivos de la caída del imperio romano
y
los trasladamos a las causas que llevan a la caída o cierre de empresas que en
su momento tuvieron un dominio en su sector o área de influencia. Analicemos
algunos aspectos:
1.- El entorno que te ha hecho fuerte ha cambiado y tú
no te has enterado, o no les quieres hacer caso. Algunos síntomas de la
decadencia del Imperio Romano eran:
- La corrupción de los altos
cargos de la administración.
- La pasividad del
ciudadano ante problemas y obligaciones.
- El retroceso del
comercio por el exceso de impuestos que tenían que pagar los comerciantes y
artesanos.La decadencia de las
ciudades, abandonadas por las clases altas, instaladas en sus villas de recreo.
- Crisis de la clase
mediana, abrumada por las presiones fiscales.
- Un grave descenso
demográfico.
2.- La competencia está atacando tus flancos.
- Durante los últimos siglos del imperio visigodos y
ostrogodos protagonizaron fuertes encontronazos bélicos por dominar el
territorio que componían las fronteras del Imperio Romano.
3.-
División
interna en la propia organización.
- Nada bueno puede augurarse en una organización si
ante una situación de amenaza externa, los poderes se dividen como ocurrió la separación
del Imperio romano entre el Imperio Oriental y el Imperio Occidental.
- Ante una amenaza externa cuanto mayor sea la
capacidad de todos y todas de compartir misión y visión, más fuerte y
resistente te haces.
4.-
La creación de una macro estructura, dificulta el
foco
- Cuanto más crece la estructura, más se diluye la
cultura de empresa y más se pierde el foco inicial que tenía la organización en
el momento de su creación.
5.-
Insatisfacción
de tus clientes
- Los clientes del Imperio Romano no era la cúpula
de la organización sino el pueblo que tenía que verse beneficiado de la
actuación del Imperio.
- El Imperio romano actuó como invasor, imponiendo
cultura y lengua, cosa que no favorece en absoluto que los nuevos pueblos conquistados
se sintieran vinculados con el invasor.
- Por otro lado, el pueblo romano, viendo que no
obtienen ningún beneficio de la expansión imperial, viendo que los únicos
beneficiarios eran la cúpula de la organización, dejan de dedicarse ciegamente a
la causa y muestran su descontento con desobediencia e incluso sublevaciones.
6.-
Falta de estrategia
clara y poca calidad de los cuadros de mando
- La extensión y la posterior división del imperio
hace que no exista una estrategia clara de actuación. Cada espacio
- La calidad de los últimos emperadores y
estructura jerárquica del Imperio dejan mucho que desear. Más que velar por el
Imperio se dedicaron a expoliar el mismo y a preocuparse por sus riquezas.
7.-
Falta de
propuesta de valor atractiva
- Pero quizás lo más grave de todo es que el
Imperio Romano no ofreció ninguna propuesta de valor realmente a la altura de
la creación de un imperio. No ofreció nada a sus conciudadanos para que se
uniesen a su causa.
- Hay una gran diferencia entre la propuesta de
valor de Roma (trabaja para el imperio o morirás) que la del naciente cristianismo
(alcanza el reino de los pobres y justos. La salvación eterna).
En fin, ya veis que en la caída del Imperio Romano
confluyen muchos aspectos que pueden tener una cierta relación con el Marketing, y es que el Marketing no es más que una estrategia para poder sobrevivir en cada momento de la historia. El día a día no nos permite poner la mirada en cada aspecto importante que compone nuestro día a día, pero una mirada al pasado nos permite ver grandes errores de los que podemos aprender para no caer en ellos en el futuro.